El Parlamento Europeo ha aprobado una propuesta de resolución para
mejorar las políticas de prevención de enfermedades propias de mujeres mayores.
Para ello, han pedido a la Comisión Europea que realice un informe sobre la
salud de las mujeres centrado, especialmente, en la atención a las mayores de
65 años y en los indicadores de envejecimiento activo.
El Parlamento ha pedido, además,
a los estados miembros que fomenten la plena integración, una mayor implicación
y una participación activa de las mujeres de edad avanzada en la vida social.
Estas demandas están justificadas si tenemos en cuenta la desproporción en
cuanto al género que existe en la población mayor de 65 años de la Unión
Europea. De los 87 millones de personas que se encuentran en este segmento de
edad 50,6 millones son mujeres.
A pesar del aumento de la
longevidad en las mujeres, existe una mayor incidencia de enfermedades
invalidantes, artritis reumatoide y osteoartritis, incontinencia urinaria y
cáncer que en los hombres de la misma edad. Lo mismo ocurre con la aparición de
la discapacidad debido a la ralentización psicomotora o a la aparición de
episodios de confusión mental o demencia.
El informe votado en el
Parlamento Europeo hace especial hincapié en la prevención y la información
como elementos fundamentales dentro de una estrategia en la que deben
participar todos los actores implicados en la atención de las personas mayores.