Diversos estudios han señalado que entre el 30 y el 50% de
las personas mayores de 65 años sufren olvidos de elementos cotidianos. Con el
paso de los años ciertas conexiones neuronales se van debilitando y producen la
aparición de algunos tipos demencia que conllevan, en ocasiones, pérdida de
memoria.
Ejercitarse intelectualmente, hacer ejercicio físico diario,
seguir una alimentación mediterránea y mantener las relaciones sociales son
algunas de las recomendaciones que ayudan a no perder la memoria, sobre todo durante la vejez.
Entre los olvidos más frecuentes se encuentran los de
palabras comunes, nombres de personas, dificultad para aprender nuevas
habilidades o no recordar lo que se acaba de decir.
Sin embargo, cuando los
olvidos comienzan a ser muy habituales lo más recomendable es acudir a un
especialista que realice un diagnóstico detallado.
Realizar ejercicios intelectuales es muy aconsejable entre
los mayores de 65 años porque de esta forma se refuerza la memoria y las
conexiones neuronales. Además, el ejercicio físico tiene repercusiones muy
positivas en el funcionamiento muscular.