Practicar ejercicio físico es
siempre recomendable pero hacerlo durante la tercera edad ofrece innumerables
beneficios si se realiza de forma adaptada a las condiciones de cada persona.
Un estudio realizado por la Universidad de Edimburgo ha puesto de manifiesto la
forma en que el ejercicio físico puede prevenir la demencia a partir de los 70
años.
La investigación realizó un
escáner cerebral a 638 voluntarios mayores de 70 años. Los resultados
determinaron que aquellos que eran más activos físicamente mostraban menos
encogimiento de cerebro en un periodo de tres años. Además, existían menos
áreas dañadas en la materia blanca del cerebro.
Realizar algún tipo de gimnasia
resulta muy ventajoso para la calidad de vida de las personas y contribuye a
tener una vejez más activa e independiente. Según el estudio, las personas que
se ejercitaban no lo hacían de forma extrema ni agotadora. El simple hecho de
pasear varias veces por semana puede ser suficiente para evitar el encogimiento
del cerebro, que está relacionado con el deterioro de la memoria y el
pensamiento.